
Las carnes blancas son todo un referente en cualquier tipo de dieta (adelgazamiento, musculación, definición, etc…)
Esto se debe a su elevado contenido en proteínas de alto valor biológico, bajo contenido en grasas y la ausencia de carbohidratos.
Al llevar proteínas de alto valor biológico, es una carne muy indicada para todo deportista. Nos ayuda a recuperar los tejidos musculares dañados durante el entrenamiento. También nos ayuda a ganar más masa muscular y a mantenerla.
En su contenido graso, predominan los ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, los cuales protegen el corazón y fortalecen al mismo.
Su alto contenido en hierro y ácido fólico protegen al organismo de la anemia, su aporte en vitaminas del complejo Bfavorecen el funcionamiento del sistema nervioso y los minerales que poseen (potasio, magnesio y fósforo) contribuyen a un buen estado neuromuscular que facilitan en trabajo de contracción de los músculos, así como la transmisión del impulso nervioso.
Sin duda, las dos mejores opciones que podemos elegir entre las carnes blancas son la pechuga de pavo y la pechuga de pollo. A continuación podéis ver las diferencias que hay entre sí:
– Calorias: La pechuga de pavo es más baja en calorías que la pechuga de pollo. La diferencia no es mucha, pero sí que va bien saberlo para quien realice dietas de adelgazamiento (restricción calórica).
– Colesterol: La pechuga de pavo es una de las carnes más bajas en colesterol, especialmente comparada con la carne roja, y tiene más buenas proporciones de grasa insaturada que la pechuga de pollo.
– Proteína: Por porción, la pechuga de pavo contiene más proteína por gramo que la carne roja, el cerdo y la pechuga de pollo. A diferencia con la pechuga de pollo, la pechuga de pavo es más alta en metionina (un aminoácido esencial cuya función es que el cuerpo absorba la proteína correctamente). También es más alta en vitamina B6 y B12.
– Grasa: La pechuga de pavo destaca por ser más baja en grasa que la pechuga de pollo. Se puede apreciar la diferencia en que el 5% total de calorías de la pechuga de pavo viene de las grasas, i el 20% en la pechuga de pollo.
– Sodio: La pechuga de pavo es naturalmente baja en sodio, sólo contiene aproximadamente unos 68 miligramos por cada 100 gramos. A diferencia, la pechuga de pollo es un poco más elevada en sodio.
– Calcio: Otro aspecto dónde la pechuga de pavo sale ganadora. Por cada 100 gramos de pechuga de pavo, encontramos aproximadamente 32 mg de calcio, y en la pechuga de pollo unos 11 miligramos.
Sin duda, si queremos comer carne, la mejor opción que hay es la carne blanca, y si de entre ellas escogemos la pechuga de pavo, aún mejor!!!
Si tenéis cualquier duda sobre alimentación y/o deporte, o simplemente queréis alguna recomendación nutricional, no dudéis en contactar conmigo (c.traviesa@travisport.com)
Fuente: https://travisport.wordpress.com/2014/02/05/pechuga-de-pavo-vs-pechuga-de-pollo/
Imagen de Michael Shivili en Pixabay